Recuerdo: Un Alien en la Habitación

Entretenido Juego de Escape acompañado del relato realizado por Juacofl.
Espero que disfruten del Juego y del Cuento.
Buena Suerte!

Jugar Un Alien en la Habitacion

¡Hola! Soy un alien al que llaman Pachinko.
Como los terrícolas, los alien’s también quedamos encerrados a la que nos despistamos. Mientras dormía, mis padres salieron de casa y dejaron la puerta bloqueada. No veo la forma de salir. Voy a dar una vuelta por la casa porque aquí no me quedo... Aún recuerdo la bronca que recibí la última vez que llegué tarde a clase de “Lengua Intergaláctica”.

En la maceta encuentro un cuchillo que alguién olvidó al remover la tierra. Me apropio de la pistola láser que mi padre tiene escondida debajo la almohada. Un palo largo a la derecha de la librería. Entre dos libros, bastante escondida, una bola de plata. En la papelera una lista con números y letras. Mi madre la consulta en ocasiones y la vuelve a depositar en la papelera. ¿Por qué lo hará?

¡La puerta sigue cerrada y no tengo la tarjeta de apertura!

Harto de dar vueltas por la habitación sin poder escapar, me dirijo al lindo autorretrato de mi padre y, ¡zas!, lo rajo con el cuchillo. ¡Caray! “Serás maldecido si continúas con ello”. Pues sí, que me maldigan, ya me da lo mismo todo. “Has sido maldecido con éxito”. ¿Qué cosa más rara? ¡A paseo! Mi enfado se eleva y disparo al cuadro con la pistola láser. Sorpresa, aparece un compartimento secreto con una caja en su interior. ¿Es la auténtica caja de Pandora? ¡Qué más da!, tampoco tengo la llave...

Me voy a ver la TV. Recuerdo que mis padres tienen escondida una cinta de vídeo encima de la librería. La agarro y la pongo en el reproductor... Sale una imagen con muchas interferencias, le doy un golpe en el centro de la pantalla para ver si se pone a tono. Una imagen se superpone a la anterior, aparece una extraña mano con una llave y una voz en off que me pregunta que si la necesito. ¡Naturalmente que sí! Intento agarrarla y me dice que tengo que pagar. Mis padres guardan una tarjeta de crédito, válida para todas las galaxias, escondida en la esquina superior izquierda del cuadro. Voy a por ella.

Estando donde el cuadro, en la esquina del techo, observo. Rasco con el palo largo y veo un ninja pegado en el techo. A esos hay que tenerlos contentos. Le entrego la bola plateada y él, contento, como recompensa me ayudará a escapar. ¿Ayudará? ¡Si se fue volando al cielo abducido a través del techo! ¡Ah! Dejó caer una cohete láser en el suelo.

Vuelvo a la TV, para comprar la llave. Vuelta a introducir la cinta de vídeo, vuelta a solicitar la llave y cuando me pide que pague le entrego la tarjeta de crédito. No acepta tarjetas. ¡Mi paciencia llegó a su límite! Agarro la pistola láser y apunto a la TV, ¡ahora sí que la acepta! La tomo en mis manos. No sirve en la puerta, ésta no tiene cerradura, funciona con tarjeta. Pruebo en la caja de Pandora. Una vez abierta veo que preciso un código de tres números. La lista de la papelera estaba lleno de ellos. Empiezo a probar uno tras otro, hasta que se abre con el 099: GUERRA!!!!!!!!!!!!!

¡Ocurrió algo! Me asomo a la ventana. ¡Maldita caja de Pandora! Desapareció de mi vista la ciudad. Alguien nos está invadiendo. Un monstruo alienígena, que no es de mi planeta, está atacando a mi amigo Tom. Disparo con el cohete láser, fallo, pero Tom consigue huir. Una tarjeta en la repisa de la ventana. La leo: “Hola. Soy tu padre. Éste es un permiso para salir a la calle”. ¿Por qué no miré ahí antes de destrozar la casa? ¿Cómo pude pensar que mis padres se habían olvidado de mí?

Paso la tarjeta por el panel de la puerta. ¡La puerta se abrió! Aún llego a tiempo a clase. Me salvaré de la reprimenda del profesor, pero de la de mis padres...