Treasure of Big Totem 10

Treasure of Big Totem 10 es un nuevo juego de Aventura en Español creado por Federico Rutenberg autor de la serie Esklavos y Doctor Ku.


Llegar al arrecife no va a ser fácil. Victoria tendrá que eludir las pirañas para encontrar el siguiente pergamino.
Buena Suerte!!!

Jugar Treasure of Big Totem 10

A continuación les dejo el tan esperado relato realizado por Juacofl.
Nota: El relato contiene la solución de Treasure of Big Totem 10. Recomiendo dejar su lectura para el final del juego.

Victoria llega remando en un pequeño bote para poder llegar a los arrecifes de corales. Las tres antorchas indican el lugar. En una de ellas está insertada una calavera con las órbitas de los ojos iluminadas. Emerge una voz grave de su interior: “Las pirañas custodian el pergamino. Solo existe una forma de evadirlas... Construyendo un amuleto con hoja de planta escurridiza. Solo puedo darte la semilla”.

Una vez en posesión de la semilla, no sabe que hacer con ella. Intenta introducirse en el agua, pero tres agresivas pirañas con sus afilados dientes están esperando saciar su agresivo apetito de carne. Al otro lado del bote, una botella está flotando en el agua, cual botella de náufrago esperando ser encontrada.

En la orilla encuentra una piedra plana y filosa. Con la piedra a modo de machete, tritura la corteza de la palmera para formar compost. Rico alimento para las plantas en etapa de crecimiento. Victoria deposita el compost obtenido y la semilla sobre la arena caliente de la playa. Una buena dosis de agua de la botella hace brotar la planta escurridiza. Cada vez que intenta cogerla, haciendo honor a su nombre, ésta escapa de sus manos. En un montículo encuentra una rama. Una vez le prende fuego en la antorcha de la calavera, se dedica con ella a endurecer la tierra alrededor de la planta. En ese momento, sin que se escurra de nuevo, puede tomar una de sus hojas. Construye el amuleto introduciendo la hoja en la botella. Ahora ya sin temor puede sumergirse en las aguas peligrosas del arrecife.

La sal irrita sus ojos y precisa de un esnórquel(tubo) para poder permanecer sumergida. Una caña en la pared de roca, otra encima de un matojo verde y una alga naranja para unirlas, le sirven para construir un enróquel casero pero efectivo. Unido a unas gafas de buceo que alguien olvidó encima de unos corales, conforman su equipo de inmersión.
Desciende hasta el fondo. Restos de un naufragio. ¿A quién se le ocurriría navegar entre arrecifes? Un cofre cerrado bajo llave. Se dispone a buscar la llave, no puede estar lejos.

¡Un Tótem de mar! Se acerca a él y al tocarlo, una voz aguada le exige las tres gemas de Tritón a cambio de la llave. No tiene elección, pero debe volver a la superficie en busca de oxígeno.
Al efectuar la nueva inmersión ve un pez plateado. Intenta agarrarlo, pero éste se dirige hacia el fondo. Nuevo intento, nuevo fallo. En las rocas, una losa redonda a modo de tapa, hay oculta una pequeña cueva, intenta encerrarlo para que no escape. Levanta la losa y azuza al pez antes de que se vuelva a tapar la entrada de la cueva. Éste se introduce pero asoma por otro lado. Un cangrejo será el encargado de intentar su captura. En su movimiento atacante deja al descubierto una gema, esta vez la inesperada captura es para Victoria.
En la pared rocosa submarina, una gema incrustada en la piedra. Junto a unas algas azules una piedra plana y filosa como la de antes le sirve de ayuda para su extracción. Le falta la tercera. Algo brilla en el interior de unas algas con forma de tubo. Las algas azules desprenden una masa pastosa y pegajosa. La introduce en las algas tubulares. Se la tragan y nada de nada. A los pies de los corales de la izquierda hay un puñado de pequeñas espinas, las mezcla con la masa azul y otra vez a las tubulares, Éstas no pueden digerir las espinas y expulsan al exterior la masa. Pegada a ella una gema, la tercera que faltaba.

Una vez en posesión de las tres gemas se las entrega al tótem marino, éste a su vez escupe por su boca la llave prometida. Ya llave en mano se dirige al cofre y lo abre, El tradicional pergamino le encamina sus pasos hacia el pantano de los recuerdos.